Las primeras plantaciones de caña de azúcar se introdujeron en la República Dominicana por los colonizadores españoles en el inicio del siglo 16. Actualmente, la agricultura es uno de los sectores más importantes de la economía nacional, como la caña de azúcar es el principal producto agrícola del país. La industria se concentra en tres empresas que controlan el 75% de las plantaciones de caña de azúcar: el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), que controla el 50% de la producción, la Casa Vicini, una empresa nacional, y Central Romana, una empresa extranjera. La mayoría de la producción se encuentra en el sureste del país. A lo largo de muchos años, hubo disputas entre Haití y República Dominicana más de las fronteras que se definieron a través de un tratado firmado en enero de 1929. Como resultado de ello, miles de haitianos se quedaron en territorio dominicano, la mayoría de los cuales sirvió como fuerza de trabajo en los campos de caña de azúcar. Los accidentes en los campos de caña de azúcar son frecuentes y dejan a muchos trabajadores mutilados. Cuando dejan de trabajar, los cañeros no tienen derecho a la jubilación o beneficios. Los salarios son extremadamente bajos y en base a la cantidad de caña que se corta, no en horas trabajadas. Los trabajadores no tienen control sobre el peso de su producción, y muchas veces no tienen idea de cuánto van a recibir en compensación por tonelada de caña que cortaron.